Estando de vacaciones por el sur de mi querido país, tuve la posibilidad de recorrer varios Parques Nacionales donde crecían varios tipos de arboles autóctonos, pero uno llamó mi atención: El Coihue.
El Coihue en idioma Mapuche significa Roble, es un árbol que crece en promedio entre los 1000 metros sobre el nivel del mar, en lugares de mucha humedad y generalmente cerca de ríos. Tiene hojas durante todo el año, es frondoso en su copa, de raíz rastrera y puede llegar a medir hasta 40 m de alto y 2 m de diámetro. su madera es fuerte y se usa mucho para la carpintería y embarcaciones
Si uno recorre las hectáreas de los parques, se puede observar muchos Coihues caídos, arboles grandes obstruyendo las pasarelas realizadas por la mano de obra humana, comenzando a descomponerse para ser abono de la tierra y seguir su ciclo, sea lo que sea, están caídos.
Ante semejante escenario le pregunté a la guía del paseo si existía alguna razón para tantos arboles caídos. La guía, quien era guarda parque, muy amablemente me respondió diciendo: - "Los Coihues son arboles hermosos y grandes, que tienen una copa frondosa y alta, llena de hojas durante todo el año, pero esta característica hace que durante la época de nieve se llene de la misma y haga mucho peso, esto sumado a que su copa alta es movida por los fuertes vientos es imposible de resistir porque su raíz es rastrera y poco profunda, realmente es un combo mortal para estos arboles".
Increíble, quedé sorprendida ante esta explicación y fué imposible para mí no hacer un paralelo de los Coihues con nuestra vida. Muchas veces podemos estar llenos de hojas (actividades, frutos, vida ) pero si no tenemos nuestras bases en lo que verdaderamente vale la pena: El servicio en congruencia con el corazón de Dios, nuestra raíz no es fuerte y nos caemos.
Por otra parte, podemos estar muy bien, pero de repente viene una nevada o un viento fuerte ( problemas, dificultades, cosas que no teníamos planeadas) que llena nuestra copa de peso o nos desequilibra y al no tener raíces fuertes y profundas nos caemos.
Que importante es poder pensar y reflexionar en donde ponemos las bases de nuestra vida. Dificultades vamos a tener en cualquier momento, algunas pueden ser mas previsibles, otras pueden ser repentinas, pero todas nos lastiman y golpean aunque sea un poquito o de tal manera que pueden hacernos mucho daño.
Jesús nos contaba una historia, en Mateo 7:24 de un hombre que construyó su casa sobre la roca firme y otro sobre la arena....quien construyó su casa sobre la arena, cuando vinieron los vientos fue como el Coihue, se cayó.
Construyamos las bases de nuestra vida en la roca firme, en Jesús, en sus enseñanzas, eso nos dará la garantía para poder ser lindos y frondosos arboles que tienen raíces firmes, que se doblan pero que no se caen porque su base es Jesús.
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